Vegadeo
Senda artística de los 12 puentes
Los doce puentes que cruzan los ríos Monjardín y Suarón se han convertido en un signo distintivo de la villa de Vegadeo. Son, a un tiempo, símbolos de unión y acercamiento entre los distintos barrios que la conforman y lugares de tránsito desde los que los veigueños asisten al discurrir de unos ríos que son parte indisoluble de su cultura. Por ello, se pensó en reforzar su papel como punto de atracción para todas aquellas personas que se acercan hasta la villa, creando una especie de senda que permite al visitante recorrerlos, a la vez que disfruta de la contemplación de unos elementos artísticos que, de algún modo, resumen el quehacer de un buen puñado de artistas plásticos asturianos y, en buena medida, vinculados al occidente de Asturias. Así nació «La senda de los doce puentes», un proyecto de museo al aire libre que pretende aunar dos fines fundamentales: ser un acicate para que gentes de fuera vengan a conocemos y poner de manifiesto la enorme riqueza y calidad del arte contemporáneo asturiano. Recorrerla junto a las aguas del Suarón y del Monjardín supone así un doble placer: pasear por Vegadeo la villa de los doce puentes, y disfrutar de la emoción artística mientras se escucha el rumor de las aguas.
Actualmente cuenta con 7 esculturas:
Comenzamos la visita en el primer puente del Río Monjardin: el Puentin de Ferreira. La obra allí instalada, del mismo nombre que el puente, reúne 7 placas de pizarra que revisten uno de los laterales, teniendo grabados 3 de ellas distintos motivos vegetales. Su autora, M.‘ Jesús Rodríguez (Oviedo/Uviéu), escogió este puente por ser el único de carácter rural que quedaba en Vegadeo y por estar ubicado «en uno de los extremos de la villa, entre la ciudad y el campo».
El Puente Travesias, situado al Iado del recinto ferial, es la siguiente parada de la ruta. En él, Ricardo Monjardín (Boal/Bual) instaló una escultura en la que deja plasmados varios mensajes en 22 piezas ovaladas colocadas a lo largo de toda la estructura del puente, que simulan las escamas de un pez. Todas ellas constituyen la obra Pontepeixe.
El siguiente hito, el Puente del Fondrigo, reúne dos esculturas del artista Francisco Fresno (Villaviciosa). La primera de ellas Ileva el nombre Del Tiempo y se trata de un prisma de acero corten con unas concavidades y ahuecamientos que representan el desgaste producido por el paso del tiempo. La segunda se Ilevó a cabo dos años después debido al mal estado de conservación del puente, y consistió en sustituir los antiguos pretiles del puente por dobles celosías caladas. Ambas esculturas están hechas del mismo material y tienen los mismos huecos ovalados.
Continuamos la senda con los puentes del rio Suarón. El primero que nos encontramos es el Puente del iviatadero, junto al que puede contemplarse la escultura Arboladura, un gran mural de casi 3 x 5 metros con el que el escultor José Legazpi (A Veiga/Vegadeo) quiso homenajear a los carpinteros de ribera, representantes de uno de los oficios tradicionales de este pueblo.
En el Puente de Reguero contemplamos la obra de Herminio (A Caridá) titulada Rotura en el espacio. Está conformada por una barra de acero de sección cuadrada con dos cortes profundos en los que la barra se pliega provocando una composición de tres elementos dispuestos en un equilibrio aparentemente imposible desde cualquier ángulo que se mire.
Continuamos hacia el Puente de A Abraira, donde nos espera la escultura Abrazo, una pieza geométrica cuadrangular de un metro de Iado e intenso color azul del artista Luis Fega, nacido en Piantón, concejo de Vegadeo. Esta obra, tal y como indica su título, abraza y enmarca distintos paisajes del entorno, ya sean construcciones blancas o montículos verdes, según desde donde se mire.
Siguiendo por el Paseo de Cesar Montaña, que nos conduce al Área Recreativa de Vegadeo, nos encontramos en el Puente de la Entreseca la escultura Vida. Es una obra de 20 metros y de un intenso color rojo que se desarrolla a lo largo del puente utilizando como soporte uno de los pretiles. Según su autor, Vicente Pastor (Luarca) esta escultura refleja «el mundo natural y el mundo humano obligados a convivir».
La obra de César Montaña (A Veiga/Vegadeo, 1928-Madrid, 2000), uno de los grandes nombres de la escultura española de la segunda mitad del siglo xx, también tiene en Vegadeo una presencia destacada, como no podía ser de otra forma. Y, aunque no pertenezca como tal a la senda, sí es posible y muy recomendable, aprovechando el recorrido de esta, visitar tres de sus magníficas obras:
El Herrero: situada en el Instituto de Enseñanza Secundaria Elisa y Luis Villamil, y que representa a uno de los oficios tradicionales de la comarca Oscos-Eo, el laboreo del hierro.
Leyendo en Penarronda: se trata de una escultura situada en la plaza de la Llanera, en la Calle del Sur, que representa a una mujer tumbada en la arena de la playa de Penarronda leyendo un libro. Es una obra fundida en bronce a partir de un molde de escayola que se hallaba en su taller.
La Venus Algálica del Eo: situada en el parque de Medal, en el centro de Vegadeo, y realizada en homenaje al escritor Álvaro Fernández Suárez y su pequeño país de cuento.
Por último, en la plaza del Ayuntamiento se encuentra una fuente que en realidad bien podría ser otra obra escultórica. Es una representación de L´Eté (el verano, en francés), reproducción de un trabajo del escultor francés Mathurin Moreau, situada sobre una fuente de hierro. En la escultura aparece un joven adolescente, con una corta túnica y una capa pendiente de su hombro izquierdo, que empuña en sus manos una hoz y un rastrillo, representación alegórica del verano.